lunes, 31 de octubre de 2011

DE LOS HIPÓCRITAS Y LA CAZA DE BRUJAS

En respuesta al ataque publicado por un "miembro del pueblo" en este blog:

http://dialogandodemiconmigo.blogspot.com/2011/10/la-vanguardia-iluminada-y-su-idea-de.html

Ha comenzado. Instaladas la rabia y la mentira, ahora el fanatismo, a veces disfrazado de pretendida intelectualidad, ha salido de su disfraz democrático para perseguir, atacar y descalificar a todo el que no esté de acuerdo con las mentiras perpetradas por el poder de turno.

Se escudan tras la defensa del pueblo y los humildes. ¿El pueblo y los humildes? yo los acuso de mentirosos. No les creo nada. Y voy a dejar algo bien en claro: yo no siento desprecio por los excluidos del sistema, los que nunca tuvieron educación, los que no tienen oportunidad de salir de ambientes marginales. No es su culpa. ¿Como despreciarlos? No son culpables ni de su ignorancia ni de su situación calamitosa. Yo los veo día a día, no los ignoro, pero no me voy a llenar la boca de manera hipócrita diciendo que me importan mucho. Tampoco me voy a comer las mentiras de un gobierno que parece querer solucionar la vida de esas personas con magros subsidios y planes (que son dados a cuenta de votos, claro está). El poder político se aprovecha de estas personas, comercia con su situación precaria.

Voy a hacer una acusación directa: AL PERONISMO no le interesa sacar a las personas humildes de su situación de ignorancia y calamidad. De hecho, siempre lo ha perpetuado, porque si hay algo que el peronismo no necesita es que LA GENTE PUEDA TENER PENSAMIENTOS por sí misma, pensamiento crítico y libre, que llegue a dudar y querer cuestionar el verticalismo peronista, porque siempre ha funcionado así: la verdad peronista, sus íconos (Perón, Evita), y la adoración del líder de turno (Menem en los 90, Néstor y Cristina del 2003 en adelante).

Quien sepa un poco de historia verá que tan parecido son las maneras de actuar, tanto en propaganda como en accionar, del peronismo y el fascismo u otros regímenes totalitarios.

Pero lo que digamos los que no nos adherimos "al pueblo" y sus defensores somos monstruos, gorilas, cipayos, anti patrias, vendidos, imperialistas.

Mírenlos, pero sepan que se esconde tras su escudo del ideal de pueblo: la rabia disimulada, la individualidad atrofiada, la sumisión ante una verdad y un líder y el deseo que nos callemos los que no nos sometemos al poder como ellos.

martes, 18 de octubre de 2011

DEL "PUEBLO" Y SUS ENGAÑADORES.

Yo tengo algunas cositas que decirles a esos crédulos miembros del rebaño humano, que cómo títeres se dejan manipular : Pues ni bien un líder obsecuente de turno les habla y les llama su pueblo, caen rendidos ante sus discursos llenos de lugares comunes y frases usadas y trilladas cientos de veces. Algunas cositas tengo que decirles de esos lideres : ellos les mienten, simple y llanamente, con bella habilidad llenan sus oídos de las palabras que ustedes quieren escuchar, pues estos lideres de caretas finas adoran usar la palabrita "pueblo" en todo lo que hacen. Es más : pondrán su mas actuada cara bonachona y dirán que ellos mismos son el pueblo y que viven para el pueblo, y que todo lo hacen, ¡ por el pueblo! El rebaño vitorea y se arrodilla, lame los pies de esos obsecuentes, se sienten seguros y protegidos siento parte de "un pueblo", perder su individualidad y su capacidad de pensar libremente, ya que lo consideran una pesada carga. ¡Más vale ser uno más del montón y que manejen el destino de uno que decidir a pensar y actuar por uno mismo!
No están sólo esos líderes aduladores, también tienen a sus obispos y laderos, a intelectualoides y artistuchos decadentes que por tener una renta del estado son capaces de lamer las botas del poder y defenderlo a ladridos secos.
Me da asco ver semejante circo, del que tantos patéticos espíritus participan, creando fanatismos y verdades absolutas que defienden la mentira, la manipulación, la estafa y la corrupción.
Que no pierdan la cordura aquellos pensadores y espíritus libres que no se dejan engañar y aunque el rebaño mediocre y obediente los discrimine y escupa, sigan siendo como son, libres e indómitos.