miércoles, 8 de febrero de 2012

EL SILENCIO.

Hay momentos donde las tormentas mas fuertes se desarrollan indómitamente en el interior de uno, implacables e irresolutas. Pero en esos momentos tormentosos, es también cuando uno se encuentra mas silencioso. Es un silencio mas poderoso que mil palabras, imposible de traducir en el lenguaje, que se transmite a través de una mirada tan profunda como perdida.
El mundo de los hombres es ruidoso y caótico, todo es distracción, y, cuando uno se aisla de los hombres y sus ruidos, se encuentra con su propia voz, sus miedos, deseos, alegrías y tristezas. Sólo en silencio se puede dialogar con esa voz, Para bucear hacia las profundidades del propio ser.
Así que ante ese silencio me rindo, me abraza, me contiene y me lleva mas allá, lejos de todo y de todos, donde pueda encontrar mi camino, que a veces se borronea y pierde entre las brumas de la frágil y caótica existencia humana.