jueves, 19 de abril de 2012
EN UN MUNDO SIN VERDADES.
lunes, 9 de abril de 2012
REVOLUCIÓN Y REVOLUCIONES
Fue el filósofo analítico Ludwig Wittgenstein que dijo una frase a la cual considero muy valiosa y que promueve muchas reflexiones: "Revolucionario será aquél que pueda revolucionarse a sí mismo." Yo analizo esta frase en contexto con las revoluciones violentas y frenéticas, por que muchas, a pesar de su clamor revolucionario, solo han cambiado un régimen de explotación del hombre por el hombre por otro régimen de explotación, tan o peor explotador que el anterior. ¿Puede un cambio extremo de las cosas funcionar, o está destinado a fracasar?
Por mi parte, cuando analizo la historia de mi evolución de mi propio pensamiento y de mi espíritu, ahora noto que los cambios mas fundamentales de mí ser se dieron paulatinamente en el tiempo, y fue una combinación de muchos elementos externos, que ejercieron de influencia fundamental, como de internos. Fue una unión entre las experiencias prácticas de la vida, digerirlas, y el trabajo intelectual y emocional. Por eso mismo, descreo de los cambios extremos y repentinos. En cuanto a los cambios que pueda realizar un pueblo, o un individuo, para liberarse de las cadenas que lo oprime y no lo dejan crecer, y ser más libres y felices, tiene que surgir de un deseo genuino y propio de cambiar, de superarse, y no esperar que algo o alguien externo (llámese religión, política, etc.) lo cambie todo. Y sin bien las influencias son necesarias en la mayoría de los casos, el deseo interno de cambiar y superarse es fundamental.
En estos tiempos, en que la humanidad parece perdida y sin rumbo, más que nunca hay que buscar crecer como individuos, por que ningún pueblo con individuos aplastados y enfermos podrá ser un pueblo unido y sano.