Yo, que tan sólo soy un poeta, un delirante que se grita artista, que sólo tiene lo que es, ¡Tan sólo lo que le sale ser como es!, tiene que luchar contra un mundo de seres mediocres y mezquinos, que sólo defienden intereses personales tan miserables; ¡Yo! me paro sobre mi tierra, bajo el sol y la luna, y apretando los puños, desafío a esas miradas frías de corazones muertos que se ponen en mi camino, y no quieren dejarme crecer. ¿Por que quien soy yo? No soy nadie, y soy todos, soy uno, el único, soy mi dios, mi patria, mi razón de existir, y con la fuerza de mi voluntad, arrojo mis sentimientos desnudos que cómo tormentas truenan sobre mis enemigos que son seres muertos y deformes.
¡Yo! soy una fuerza creadora, capaz de amar y odiar, y usaré estos poderosos rayos que de mis ojos brotan para seguir adelante, hacia ese camino desconocido, que me llama, como el destino a los dioses, y estoy decidido a seguirlo, no importa qué, y no importa quienes, y aunque dragones, ogros y demonios me miren desafiante, voy a sacar mi espada y combatiré con todas mis fuerzas.
¡Yo, el filósofo guerrero, delirante, ensoñador, poeta, loco, loco, loco! en esta noche de lluvia cálida y nubes misteriosas, me atrevo a soñar, por que de los sueños me alimento, y la realidad, la fría realidad, te puede aplastar si la dejas.
¡Yo! no me dejaré vencer, no me dejaré retroceder, soy lo que soy, amo lo que soy, mi sangre y mi alma lo gritan, seré yo a pesar de todo.
¡Yo! el ateo en busca de dioses y aventuras, el apátrida en busca de un hogar, el adulto en búsqueda de su niño interior, el intenso explorador de los abismos, el que siempre cada día busca los cálidos abrazos del sol...
