viernes, 25 de noviembre de 2011

FILOSOFIA COMO ACCION LIBERADORA DEL INDIVIDUO.

¿ Para que sirve la filosofía hoy en día? esa pregunta me sigue dando vueltas. Por que si la filosofía, sobre todo en el mundo académico, se remite a repetir conceptos y sistemas pero no a la reflexión, entonces no sirve nada. De esa manera, se transforma en una materia de estudio para un reducido grupo cuyos efectos sobre la vida y el mundo son mínimos. Yo tengo otro modo de ver a la filosofía. Para mí, tiene que ser un acto de pensamiento que libere, que dude de todo lo enseñado, pero no, como Descartes, para encontrar a dios como el fundamento último de todo, sino para encontrarse a uno mismo, para liberar al individuo de todos los prejuicios y preconceptos que nos han sido dados para que actuemos como la mayoría. Hoy, la educación, a todo nivel, no está hecha para generar individuos, sino un rebaño. Rebaño que siga siendo funcional al sistema y al estado, para mantener el estado actual de las cosas. Y por más que parezca que dentro del sistema existen focos de resistencia y de rebelión, a veces estos terminan siendo asimilados de tal manera que ni se dan cuenta que son funcionales a lo que critican.
Aquí tiene que entrar la filosofía, para derribar todos los engaños conceptuales, para ser escéptica de todos los discursos y saberes, para poner manto de duda incluso contra lo que está bien visto y aceptado académicamente, para buscar las intenciones ocultas detrás de toda palabra, para dudar de aquellos que dicen ser los buenos y justos, para destruir enérgicamente las discusiones que el poder mismo instala en el mundo intelectual como artero método de distracción, para poner en cuarentena todos los valores sostenidos hoy en día por una sociedad decadente y mercantilista.
Si la filosofía no sirve para pensar, reflexionar, meditar y liberar, entonces no sirve nada. Seguirá siendo una asociación de arqueólogos del conocimiento que se dedican en cavernas solitarias y oscuras a trabajar con momias conceptuales a las que nunca le podrán dar vida.

sábado, 19 de noviembre de 2011

DIOS HA MUERTO...Y LO DEMAS TAMBIÉN.

Nietzsche en el siglo XIX fue el profeta que se animó a hablar sobre "la muerte de dios". Los mismos hombres que lo habían creado, lo terminaron matando. Pero el hombre siguió siendo hombre y reemplazó al viejo dios judeo-cristiano con otras invenciones. Los estados burgueses, las ideologías (socialismo, comunismo, fascismo), o poniendo a hombres a la estatura de dioses (pongan aquí al líder político de masas que prefieran). El sigo XX pasó y vio como las ideologías también terminaron muriendo (mediante estruendosas y crueles guerras o por propia caída al no poder plasmar sus utopías). Al caer el muro de Berlín y el desarme de la Unión Soviética, parecía que las democracias capitalistas habían triunfado...

Hoy vemos que eso no fue así. El mundo se encuentra en jaque, la economía parece arrastrar, en su crisis, a todos los países...La economía. La economía es lo que rige al mundo. Parece un monstruo que ha cobrado vida, un sistema que se alimenta por sí sólo y que no le importa nada, salvo mantenerse...a toda costa. El hombre se ha vaciado tanto que lo único que importa es la adquisición de dinero y cosas a cualquier costo, sin importar nada ni nadie. La crisis económica es, en realidad, una crisis el hombre. El hombre es el que está sufriendo, deambulando, sin rumbo, sin saber a donde ir. Y en medio de esta monumental crisis, todavía algunos ilusos creen que la salvación es volver a las ideologías y discursos que han fallado en el pasado. El hombre es el animal que tropieza con la misma piedra dos veces, dice el viejo dicho. Yo diría que tropieza varias veces. ¿Hay un futuro de esperanza en el horizonte?...no lo sé.

Mientras tanto, todos estamos sumergidos en la tormenta, veremos que sale de sus profundidades...