Mucho para pensar, pero poco tiempo para ordenar en mi mente esa marea de sensaciones y reflexiones que me inundan día a día. Pasó el centenario de la patria a la que pertenezco por haber nacido aquí, pero la verdad no tengo mucho que opinar al respecto, distintos políticos, periodistas e intelectuales han dado las mas variadas posturas en los medios. Yo sigo deambulando en mi propia realidad, luchando contra dudas existenciales mayores que las de si los habitantes de este territorio somos una nación o no. Por mas que piense sobre yo, en realidad estoy pensando por el hombre mismo, nunca olvido que soy eso, un hombre que se pregunta por todo, así como tantos otros lo han hecho antes y otros lo están haciendo ahora mismo. Por que cada uno es un mundo aparte y tiene sus propias respuestas o su propio vacío, por que no todo tiene una solución.
La vida misma muchas veces se me aparece como un misterio insondable, incapaz de descifrarlo. ¿ y cual es la única certeza? Contrariando a Platón , el padre de la filosofía, los sentidos. Ellos me dan los placeres y dolores, y cuando los siento, la vida me demuestra el valor de su existencia. La muerte traerá la extinción de las sensaciones. No habrá nada más, ni alegrías ni tristezas, ni sonrisas ni llantos, solo vendrá la oscuridad, y el más allá es solo un consuelo para escaparle al medio al abismo de la nada...
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