En la soledad del pensamiento libre, todo lo que los demás creen que son verdades incuestionables se transforman en fantasmas pálidos, y sus creyentes en títeres con miedo a cortar sus hilos, y llegar a ver las cosas como realmente son, y no recubiertas por las ideas de otros hombres, que tan sólo son eso, ideas armadas de palabras, frases, versos, páginas, libros; ideas que esconden un interés particular y subjetivo, ideas que toda mirada valiente debería preguntarse que esconden detrás de su máscara. Pero es mas fácil seguir navegando en la superficie que bucear en el fondo y enfrentar a la vida como debería ser vivida...
Muy verdadero todo esto, me gustó cómo lo dijiste... sin el martillo...
ResponderEliminarCoincido con MARIE CRIS,
ResponderEliminarSIGFRID, lo que pasa es que a veces somos un poco rebaño, para no derramar sangre, ni aislarnos, ni discutir, transamos como pueblo con ideas de otros, aunque no nos gusten. Ahora, eso no quiere decir que nos la creamos. pero.¡¡¡
lo importante es que en nuestro interior, nuestra cabeza sea la libre y nuestra vida, en lo posible, tambi´ne
¿el juez filosófa con su martillo o dictamina y a veces mal condena?
jaja
saludos
magú