miércoles, 12 de diciembre de 2012

EL SILENCIO Y EL ASCO.


He estado callado mucho tiempo, hermanas y hermanos. Algunos preguntarán, burlonamente, ¿tu, que hablas tanto, y te jactas de tantas cosas, que pasó que cerraste esa bocota? A otros no les habrá importado. Quizás algunos me hayan extrañado. A todos tengo algo que decirles, por que estuve en silencio, por que no leyeron mis palabras, o, me dediqué a escribir otras cosas. Mi silencio se debe a un sentimiento, una sensación, algo que me brota desde lo más profundo: ASCO. Un asco enorme y monstruoso por la humanidad. Asco ante la ignorancia, la hipocresía, la violencia, la corrupción, las mentiras, los gobiernos nefastos y los necios que los aplauden. Hoy en día la humanidad no tiene nada por que sentirse orgullosa, toda su cultura es una momia que pertenece a un museo, hoy nada bueno sale de ella, nada bello, nada superior, nada divino. Hoy todo es ruido y máscara, estafas y fanatismos, la superficialidad manda, los idiotas compran.
Y así, por sentir ese asco, fui presa de un nihilismo deprimente. Pero a la larga, resurgí, por que, a pesar de que considere que la humanidad no tiene ningún sentido, yo debo seguir buscando mi sentido, y, al menos, una vez por día, reír, reír a carcajadas, y no dejar que mi espíritu se pudra con el veneno de las alimañas que hacen que el mundo sea un lugar hostil para vivir.

6 comentarios:

  1. Entiendo demasiado bien ese sentir, pero tener asco por la humanidad implica insinuar que pueden ser diferentes y no quieren, un poder que por la razon que sea no tienen. La humanidad, en general, es mas digna de lastima que de asco. Los que me dan asco verdadero e infinito son aquellos que teniendo la posibilidad de ayudar prefieren hacerse la paja y mirar para otro lado, una actitud demasiado comun entre "despiertos". O peor aun: meterle el dedo en la llaga a aquellos que sufren. Ellos si que no tienen excusa.

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  2. Yo era uno de los tantos que extrañaba tus palabras. Pero supuse que algún acontecimiento se gestaba en el recóndito silencio de tu corazón zarathustriano. Veo que no, amigo; no hablabas porque tenías asco.
    Recuerdo al joven Sartre hablando de la náusea ante la revelación de lo contingente. Pero también recuerdo a Nietzsche y su perspicacia ante un hecho: el nihilismo es el destino de la civilización europea.
    No debemos olvidar que, para la transvaloración de los valores, debemos consumar el nihlismo. HAY QUE ASUMIRLO: EL NIHILISMO NO ES UNA IDEOLOGIA, SINO NUESTRO DESTINO EN LA TIERRA.
    El "nihilismo deprimente" es un velo, amigo. Una trampa para quienes se refugian en el pesimismo. No podemos darnos el lujo de ser pesimistas (en sentido nietzscheano): la renuncia a la vida, a las pasiones, al cuerpo. Que la severa mueca del moralista no nos sorprenda jamás.
    El teatro patético de la humanidad es el escenario donde surge, violenta, una verdad: el arte, la ciencia, el amor.
    Entonces, evoquemos a Artaud: la cultura es una mierda.
    ¿Por qué deprimirse? Gracias a esta momia mierdosa podemos romper los hilos. No lamentemos esto, sino al revés: defequemos sobre ella y, como decís en el último párrago, caguémonos de risa.

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  3. Sigfrido, deberíamos ser más tolerantes con los humanos, somos ellos, y perdonarnos más y tratar de ser mejores, un abrazo

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  4. Creo que más alla del momento histórico en que estamos, la sensación de asco se sentiría igual. Desde Baudelaire estamos sintiendo asco.
    El error, pienso yo, es seguir buscando afuera. El legado de la Edad Media es ese: buscar afuera, en lo no terrenal, en el reino de los cielos, en dios... ya somos grandes para darnos cuenta que dios no existe y si existiese, sería imperfecto. Ya pasamos esa etapa de la infancia en que nos damos cuenta que no existe el Raton Perez pero que tampoco hay monstruos en la oscuridad. Tambien pasamos por la adolescencia (el síndrome pre-menstrual de la vida). Ahora nos queda hacernos cargo de nuestros propios despojos, de lo que los hombres hemos hecho del mundo. Ahora que se te cayo la venda de los ojos y que viste el caos, lo externo, el afuera tal cual es, podés sentir duelo, pero no te pierdas en eso. La revolución pasa por uno mismo, no esperes nada del afuera. Solo podes trabajar duro para hacer de tu interior un lugar más habitable.
    y por si acaso, como tu amiga-amante, voy a estar ahí para ayudarte el tiempo que deba ser.

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  5. Perdón, pero con Baudelaire me quedé muy corta jajaja

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  6. Supungo que soy una idealista redomada y romántica de tomo y lomo, pero a pesar de la difícil situación actual, creo que tenemos la capacidad para salir del hoyo cultural y económica en el que estamos metidos, otra cosa diferente es que deseemos de verdad hacerlo. A final de cuentas, aún tengo cierta confianza en la Humanidad como seres y no como cosas que estamos en este mundo por estar.
    Un beso idealista ;)

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