viernes, 8 de enero de 2010

ANIMAL DOMESTICADO O SER LIBRE.


Vuelvo a retomar el tema de la libertad del ser, por que da para mucho mas. Tiene que haber un momento (tal cual tuvo Descartes) en la vida de todo hombre donde tiene que dudar. Dudar de todo : dudar de todo lo que nos han enseñado, de todo lo que nos han dicho, de las normales, éticas, morales, leyes, ideologías, religiones, en fin, todo lo que desde que somos pequeños es arrojado en nuestro ser. Tiene que existir ese momento en donde revisemos todo eso y lo pongamos a duda. Sin ese momento, un hombre en su vida nunca se desarrollará. Seguirá siendo lo que le enseñaron que sea. Nunca Será libre, nunca pensará por si mismo, nunca crecerá. Seguirá en el mundo como vino y se ira de manera intrascendente. Pero cuando uno tiene un momento así, ¡cuanto vale y brilla ese momento! y si lo mantiene y lo sigue y evoluciona, la vida de uno no será nunca más la misma. Se tendrá otra visión más amplia para todo. De lo nunca dude y dudaré, ahí discrepo con Descartes (me permito ese lujo) es de los sentidos. Los sentidos nunca me han mentido. Siempre me han querido llevar por el camino indicado. Las veces que tropecé fue cuando la razón me hizo seguir otro camino distinto al que indicaba mi instinto. Mi instinto es natural, puro, bello y salvaje, y no tiene las trabas que puede tener el intelecto debido a todo lo que nos han martillado en la cabeza durante nuestra enseñanza. Ahora, un ser de intelecto libre y con el instinto agudizado, ese ser si tendrá un poder inmenso... ese ser si será libre. Así es como quiero ver al hombre yo: libre y peligroso, no un animal domesticado y patético, viviendo una vida de rebaño dócil...



1 comentario:

  1. Salud por el instinto, amigo, una vez más celebro nuestra afinidad intelectual.

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