
Cuando escucho a una inmensa mayoría de personas hablando de política, la furia llena mí ser y me dan ganas de estallar. Por que tanta ingenuidad, simpleza, y autoengaño hacen que se diga una cantidad terrible de estupideces y mentiras. Pero en vez de estallar como un volcán furioso que quiere arrasar todo lo que lo rodea, me calmo, e intento ni siquiera contestar, ya que es inútil. ¿Como discutir con gente que piensa y habla como niños? Lo peor de todo es que hay mucha gente que es bastante educada y culta, pero caen en los peores lugares comunes entre la corrección política y el creerle a grandes políticos mafiosos y mentirosos. Cada vez me vuelvo más A-político, ya no creo en casi nadie, ni en quienes gobiernan ni en la oposición, veo a defensores de engaños y un sistema perverso que solo sirve para enriquecer a unos pocos. Pero para mí los peores y mas mentirosos son aquellos que dicen gobernar en nombre de los que menos tienen mientras sus patrimonios crecen misteriosa y pornográficamente. Aquellos que dicen estar en contra de los poderosos para dejar los negociados a sus amigos.
Quienes defienden a estos politicuchos me repugnan y me parecen niños con un helado en la frente. Ya ni me interesa sentarme a discutir con esa gentuza, no piensan. Están cegados por su propia mentira.
A mi no me engaña nadie con sus discursos de igualdad y de distribución de la riqueza: no soy estúpido. Y quien cree eso, para mi lo es. Poca humildad, intolerancia, si, y no me importa. Las épocas difíciles necesitan a quienes se atreven a desafiar las grandes estafas. Y esta es la época de la gran mentira. ¡Que crea quien sea ingenuo para creer!
Yo creo en la socialdemocracia.
ResponderEliminarY creo que es una idea tan buena.
Que por suerte no llegó acá sino la estropeabamos.
u.u
He dicho.