Hay un
sentimiento constante que surge en algunos seres, algo irracional que a veces
no puede ser explicado mediante nuestro lenguaje. Hay sensaciones persistentes,
como el golpe de un martillo, que despiertan de la modorra de la rutina que
aplasta los sueños y amansa a los hombres. Muchos nombres le han querido dar a
lo largo de la historia, pero yo no se como llamarlo. Pero siento una voz que
me llama a levantarme, a luchar en guerras que muchos creen perdidas, a
pintarme de los colores vivos en un mundo donde muchos prefieren ser hombres
grises. Hay una risa que surge de lo profundo de mí ser aún en los momentos más
oscuros, cuando todo alrededor parece no tener sentido ni razón. Y aunque los
necios, los derrotados y las cabezas vacías apunten con sus discursos
masticados y me quieran arrojar sus miserias, sigo, sin embargo, empujando por
ser. Ser lo que se quiere ser o no ser nada. Ser lo que otros pretenden, o ser
lo que uno siente. Ser los fracasos que los demás piensan que somos, o ser
nuestro mayor éxito, buscando un sentido, un significado, una alegría profunda
que no se logra escondiéndose en las limitaciones y deseos mezquinos de los
hombres de estos tiempos, tan necios, tan brutales, tan pequeños en sus metas,
manejados por los miedos, envidias y un materialismo atroz y destructivo.
Así que si
ustedes que me leen, escuchan esa voz interior, sienten ese llamado, esa
necesidad de levantar el puño contra la opresión y la mediocridad, no rechacen
ese sentir, déjenlo fluir, que salga, sean lo que realmente quieran ser…o no
sean nada.
Somos todo y no somos nada. Somos para aquellos a los que somos, no somos para los que no existimos. Y por desgracia no existimos para nuestros dirigentes.
ResponderEliminarY ese sentimiento que clama como un martillo es la valentía, el honor, las ansias de libertad, porque somos humanos que hablamos y pensamos con "razón" pero primero somos animales igual que los leones, los lobos o las aves, y queremos LIBERTAD.
Si, dejemos fluir, lo que somos y lo que no somos, lo que queremos y lo que no, porque cuando encontremos el equilibrio y el respeto entre ambos, llegaremos a la perfección de lo gobernable y podremos vivir en paz y en libertad como muchos ansiamos.
PD: maravillosa foto, siempre Hamlet!!!
Un beso ;)