lunes, 1 de febrero de 2010

LAS PROSTITUTAS POLITICAS MODERNAS

Lamentables son esos seudo intelectuales que defienden a políticos mentirosos de cuentas bancarias y barrigas anchas. Oh, escúchenlos defender esos discursos bonitos y vacíos que solo un niño podría creer. Escúchenlos perdonar y defender la corrupción por que el enemigo podría peor aun. Oh si, también utilizan el miedo, el instrumento mas poderoso; el miedo a los malvados de ayer que entre las sombras conspiran contra el gobierno de los pobres. No hay políticos o gobernantes más falsos, hipócritas y mentirosos que aquellos que dicen gobernar para los que menos tienen, mientras sus patrimonios crecen de manera escandalosa. Solo los necios y los ignorantes pueden defenderlos, y también aquellos a quienes les dan algunas sobras de sus opulentos manjares. Oh, prostitutas políticas, intelectuales miopes, defienden a hombres corruptos y sedientos de poder, los manipulan a ustedes con discursos fantasmales de otras épocas mas idealistas. Oh, que tan bajo caen, cuanta estupidez y mentira se tragan y escupen a los demás, debe ser triste mirarse al espejo a las noches y tratar de creer tanta mierda que tienen en sus palabras.
Me indignan y me dan asco, tergiversan todos los hechos y la historia a su favor, se creen dueños de una verdad absoluta, se creen los buenos, los justos, los piadosos; bajo ese manto de aparente bondad solo esconden hipocresía, ceguera, valores muertos e ideologías enterradas.
Sigan hablando de la patria, el pueblo y los pobres, quizás algún día hasta lleguen a creerlo de verdad. Para mi no son mas que tristes prostitutas políticas modernas.

1 comentario:

  1. Como ya dije, troskos eran los de antes, anarquistas eran los de antes, fachos fachos eran los de antes (que se arriesgaban).
    Este mundo me da asco.
    Ahora realmente admiro a quien se enfrente a los politicos y a todos. Por dos causas.
    Porque yo no estaria seguro de que yo lo aria (he ahí el secreto verdadero y honesto del nacimiento de la admiración)
    Y porque en estos tiempos a nadie parece importarle. La gente intelectual parece sentirse sola, aislada e incomprendida. como si fueramos una tribu en extinción. Ahora entiendo cada día más el porque de la necesidad de la templanza en los deleites. La gente exige satisfaciones rapidas y por eso se olvida de esa visión del mundo. Sacrificar una noche del boliche por una para compartir esos valores que uno siente con gente interesada. Y más valdria avandonar algunas cervezas y programas idiotizantes por leer algo importante.
    Por eso odio a los jovenes corrientes.
    Odio a esta juventud que tiene como lema pasarla bien, salir de noche a la esquina o al boliche.
    En serio, admiraria a la gente con la que no comparto la ideologia pero que al menos sea coerente en sus creencias y actos y sacrificara
    su tiempo libre por ellos.

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